La fruta deshidratada gana y pierde propiedades durante su proceso de transformación, lo que genera la duda de si conserva las características de la fruta fresca. Afortunadamente, la respuesta es afirmativa. Aunque podríamos pensar que no es así, la fruta seca mantiene el contenido de fibra de la fruta fresca correspondiente. Dependiendo del tipo de fruta, se estima que 100 gramos de fruta deshidratada pueden contener hasta 15 gramos de fibra. Por esta razón, su consumo mejora notablemente la salud gastrointestinal. Para más información, visita H-E-B México.